¿Qué hacer si nuestro hijo hace bullying?  

#stopbullying 

Cómo padre, y sobre todo cuando nos ciega el amor, es difícil creer y aceptar que nuestro hijo es capaz de dañar a otros. Que ese niño a quién le hemos dado amor, atención y cuidado sea capaz de ser agresivo o abusivo con sus pares. 

Pero, muchas veces, las señales están en casa o en el contexto familiar y no lo hemos notado. Es importante prestar atención de lo que hace y estar alerta ante actitudes y conductas que refuerzan el bullying. 

¿Cómo me puedo dar cuenta como padre si mi hijo hace bullying? 

En casa
En el colegio (los maestros notifican)
Maltrata a las mascotas. Es agresivo con sus compañeros. 
Es grosero con la familia. No respeta a sus maestros. 
Es descortés, desconsiderado o desinteresado con los invitados a casa. Es grosero con maestros y compañeros. 
No obedece y reta a los padres. Dice vulgaridades para que otros se rían. 
Miente y niega sus errores o faltas. Es despectivo y burlón. 
Se victimiza y culpa a otros de su comportamiento. Quiere tener la razón o siempre ganar o ser premiado. 
Trata mal a hermanos o primos. Amenaza si no hacen lo que quiere. 
Impone sus deseos sin importarle los demás. Exige premio por hacer. Rezonga si lo corrigen. 
Le pega a sus padres o abuelos. Actúa con maldad. 
No respeta los límites impuestos por los adultos cuidadores. Es perverso en sus intenciones hacia los demás. 
Chantajea para obtener lo que quiere y siempre quiere más. Es ventajoso en sus acciones. 

¿Cuáles son las causas por las que un niño se vuelve abusivo o agresivo? 

  • Vive la violencia en la familia. Crece en un ambiente donde se vive de cerca el maltrato y el abuso verbal, físico o psicológico, ya sea entre sus padres, de sus padres hacia él, o de algún hermano o familiar. De ellos copia estos patrones y encontrará en el bullying una forma de desahogar sus propios sentimientos de inseguridad, angustia y enojo contenido. 
  • Ve que sus padres se expresan despectivamente de otros, son poco sensibles con los demás, se divierten poniendo apodos o haciendo maldades y se ríen de las fallas ajenas. 
  • Falta de límites en casa y por ende no saben comportarse en otros lugares, siempre hacen lo que desean, tienen todas las comodidades, todo se les da sin esfuerzo y al no negarles nada no se frustran y no tienen la oportunidad de aprender a gestionar sus emociones por no tener inmediato lo que desean. 
  • No tienen consecuencias si desobedecen, no cumplen sus responsabilidades, gritan, insultan o pegan, entonces los niños no reconocen por sí mismos que están haciendo algo incorrecto. 
  • Dedican más de dos horas diarias a videojuegos, películas o a programas de televisión sin supervisión donde se exponen a la agresividad, ansiedad y violencia. 
  • Aceptar que tengan malas amistades, cuando los niños actúan en pareja o grupo les da una sensación de seguridad y les hace sentir que su conducta agresiva, burlona o abusiva es aceptable. 
  • Les falta desarrollar habilidades sociales. Sucede a los niños que todo se les da, que todo les facilitan, que tienen padres, helicópteros que no les permiten preguntar, afrontar, decidir y actuar con autonomía con otras personas. 

¿Qué hacer si nuestro hijo hace bullying? 

Los padres suelen sentir vergüenza, no aceptación, pena o incredulidad de que sus hijos puedan hacer bullying. Algunos niños presentan problemas psicológicos por experiencias familiares difíciles o duelos crónicos que no se han atendido, o bien limitaciones neurológicas que requieren la consulta a un paidopsiquiatra, es el médico capacitado para diagnosticar y tratar aquellas enfermedades mentales específicas de la infancia y adolescencia y con la cual los niños pueden lograr equilibrio.   

Algunas recomendaciones sobre qué hacer cuando noten conductas negativas o tengan avisos del colegio sobre comportamientos abusivos con sus compañeros son: 

  • Reconocer y aceptar lo que nuestros hijos hacen, aunque sea doloroso o vergonzoso,   para dejar de perder el tiempo y poder tomar acciones y ayudarle. 
  • Buscar la causa de su comportamiento y definir límites, consecuencias o pedir ayuda profesional especialista para resolverlo. 
  • Tomar seriamente las quejas del colegio y hacer un plan de acción conjunto que incluya la reparación de la falta, la supervisión constante y las disculpas a quien haya resultado agredido. 
  • Poner atención y acompañarlo en el proceso de cambio de esos patrones agresivos, que gestione sus emociones negativas, que desarrolle habilidades sociales, cumplimiento de retos familiares y en el colegio, los hábitos requieren un largo tiempo de acompañamiento para que puedan convertirse en conductas, carácter y personalidad. 

Si los padres no reconocen, no están involucrados y no se esfuerzan por enderezar el comportamiento de sus hijos, en el futuro lo hará la vida y el arrepentimiento dolerá a todos los integrantes de la familia. Una conducta virtuosa los lleva al sendero de la felicidad y se construye durante la niñez y adolescencia.

Dra. Zita Rivera 
Directora educativa del CSJ

Doctora en Educación Holista
Maestra en tanatología
Certificadora internacional en Mindfulness 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *