La familia es una gran institución, es la unidad que forma el tipo de sociedad en la que crecemos. De allí emana la educación para la vida, la visión de lo que deseamos ser, la formación con valores universales que acompañan el camino de cada persona.
Y como toda institución, es imprescindible tener un código de honor que fortalezca la su unidad, la cooperación. En el colegio San José… El Código Dragón nos identifica, nos une, nos da un sentido de pertenencia, nos dicta cómo comportarnos, cómo actuar, cómo responder, cómo salir adelante, cómo convivir, y cómo amarnos a nosotros mismos. Somos el contexto de nuestros niños, somos la comunidad (sangha) o aldea donde se está educando y debe ser coherente al código familiar para que nuestros alumnos tengan un camino virtuoso.
La familia determina la visión de “CÓMO QUIERO QUE MIS HIJOS SEAN DE GRANDES”, que todos tengan claro cómo se van a proteger, cuáles son las reglas, metas, objetivos, prioridades y valores en las que se sustenta la comunicación, saber que se espera de cada uno de los integrantes para acompañarse armoniosamente en la vida y unirse cuando se presenten los momentos difíciles.
El código es un mecanismo de respuesta efectiva para sanar los patrones reactivos que no están funcionando bien. Es una vacuna contra la negatividad, elimina el desgaste emocional de vivir en una lucha constante, evitar llenarse de frustración, que haya reclamos, quejas, distanciamientos, faltas de respeto y por ende fracturas que causan heridas profundas.
Por todo lo anterior es necesario que los padres e hijos definan un código para que en los momentos complicados logremos el equilibrio y la familia continué unida y perseverar con felicidad.
En las sesiones de crianza del Colegio San José durante el año escolar se adiestra a los padres de familia para crear rutinas, disciplina rítmica, líneas claras, límites, consecuencias de acuerdo a la edad para que sean la base del código familiar.
Para crear el código se debe tener claro lo siguiente:
- Los valores esenciales que practicarán.
- Definir cómo quieren que sus hijos sean cuando lleguen a su edad adulta.
- Cómo quieren que sea la calidad de vida con la familia día a día.
- Qué conductas desean evitar para lograr armonía, apoyo, amor y respeto mutuo.
- Cómo se cumplirán las responsabilidades en el hogar de manera justa y equitativa para todos.
- Qué hábitos quieren integrar y fortalecer.
- Cuáles son los metas u objetivos familiares que apoyen la individualidad. Es decir, cómo lograr su profesión, desarrollo de talentos, potencial y sus dones.
- Que no sea una reclamación, imposición o pretensión para controlar o manipular.
- Que sea equitativo y fortalezca a todos.
- Que con el tiempo se pueda reformular y todos puedan participar.
Las frases que se utilicen deben ser cortas y claras si los hijos aún son pequeños, si tienen 9 años o más ya pueden participar en la creación del mismo.
Los padres, ante cualquier situación de desobediencia, actitudes ególatras, diferentes o pleitos entre hermanos, malos hábitos, faltas de respeto, irresponsabilidad, alejamiento, agotamiento por carga de trabajo, experiencias tristes o de inseguridad deben mencionar esas frases que los conecte con COMO SOMOS.
Es importante que el código esté impreso, los hijos pueden decorarlo, que esté visible y al alcance de todos. Y que en ocasiones especiales se haga lectura de todas las frases para recordarlo y fortalecerlo.
Los momentos lindos y abundantes se viven con plenitud familiar, pero el código ayudará a que también en las situaciones difíciles la familia permanezca conectada, que puedan darse cuenta de que es valiosa e importante y eviten la lucha de poder entre padres e hijos. El código familiar, como el código dragón en el colegio, fomenta el sentido de pertenencia, nutre, une, te dice cómo actuar, cómo convivir y vivir cualquier experiencia unidos.
Somos dragones, somos familia del Colegio San José.
Dra. Zita Rivera
Directora educativa del CSJ
Doctora en Educación Holista
Maestra en tanatología
Certificadora internacional en Mindfulness
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