Tener la primera experiencia escolar con nuestro hijo lactante, maternal o preescolar puede ser emocionante, pero también estresante para la familia. Es un proceso de adaptación que dura aproximadamente un mes con asistencia regular al colegio.
Especialmente los niños menores de 4 años tienen la percepción de ser uno mismo con su madre o cuidador familiar. La separación al dejarlos en la guardería o el colegio puede generar una sensación de abandono, provocando emociones como miedo, angustia, ansiedad, desconfianza, nerviosismo, inquietud, preocupación, vergüenza, entre otras.
¿Cómo manifiestan físicamente estas emociones?
El cuerpo somatiza esas emociones en áreas como la boca del estómago, la garganta, el pecho o la zona lumbar. Por eso, pueden presentar síntomas como ansiedad por comer o llevar algo en la boca, llanto constante, tos, erupciones, fiebre, dolores corporales, reacciones de enojo o agotamiento al ver a sus familiares, ya que su cuerpo ha estado tenso por la sensación de abandono durante su estancia en el colegio.
¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a sentirse seguros y confiados?
- Establece una rutina diaria clara, para que asocien el momento de ir al colegio sin necesidad de decirlo. Mientras los cambias, puedes cantar algo bonito o usar las canciones del playlist de Spotify del colegio: Baby Dragón o CSJ Meditación.
- Evita frases como: “nos tenemos que ir al colegio” ya que pueden generar angustia.
- Coloca una foto familiar en su mochila o incluye una manta o camiseta usada de mamá con su olor para darle tranquilidad. Coméntalo con sus maestras.
- En el camino al colegio, describe lo que ven para que reconozca la ruta. También puedes poner la música del playlist que escuchará en el colegio.
- Al llegar, dile lo que esperas de él con frases positivas como: “deseo que te diviertas, que juegues con otros niños, que aprendas cosas nuevas, que cantes y que confíes en tu maestra”. Evita pedir “pórtate bien”, ya que puede generar culpa o vergüenza si no se siente a la altura.
- Asegura siempre que vas a volver por él. Dile a qué hora lo recogerás o menciona el nombre de la persona que lo hará si no eres tú.
- Despídete con una cara feliz (aunque esté llorando), mostrando confianza y seguridad, que es lo que él necesitará durante el día.
- Al recogerlo, dile: “¡qué feliz estoy de verte! Siempre vendré por ti”. En lugar de presionarlo con preguntas, opta por preguntas suaves como: ¿qué comiste? ¿con quién jugaste? ¿qué canciones cantaron? Así crearás un recuerdo positivo.
- Durante los fines de semana, dile que hoy no hay colegio y que se quedarán juntos en casa para que su cuerpo y mente descansen.
Evita regaños, amenazas o castigos relacionados con el colegio durante el primer mes. El niño está aprendiendo a separarse de su hogar, sus rutinas y personas conocidas, y a adaptarse a las nuevas experiencias del colegio.
La paciencia de los padres es clave. Cuando los padres se muestran tranquilos, los niños pueden confiar en sí mismos y disfrutar de su experiencia escolar.
Dra. Zita Rivera
Directora educativa del CSJ
Doctora en Educación Holista
Maestra en tanatología
Certificadora internacional en Mindfulness
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