Hace muchos años los niños aprendíamos todo esto en el hogar, porque los padres nos enviaban desde pequeños a mandados para experimentarlo, ir por la masa o tortillas, comprar en la tiendita de la esquina, una coca, kolaid, sal, sabritas o un foco; comprarle al señor que pasaba frente a casa y vendía nieves del caballito, dulces, troles o pan.
Los tiempos han cambiado y se han modificado las oportunidades para aprender estas habilidades, pero en la tiendita escolar podemos aprender a :
- Hacer fila, esperar turno, tener paciencia y tolerar la frustración de no ser el primero.
- Superar la pena o timidez para preguntar, expresar y pedir amablemente lo que deseas.
- Controlar la avidez (deseo intenso de tener o conseguir algo) y esforzarse (ahorrar) para obtener.
- Tomar decisiones sobre lo que quieres, elegir una cosa implica olvidar lo que no elegiste.
- Superar la frustración de comprar algo y que no te guste, pero aun así disfrutar lo que tienes.
- Saber contar (sumar), calcular para cuanto me alcanza, restar el costo y revisar el cambio (restar).
- Ser feliz con lo que tengo y no envidiar lo que otros tienen (no robar).
- Ser responsable, portarme bien en casa y colegio para merecer una mesada y tener para comprar.
Enseña a tus hijos a esforzarse para merecer, asumir la responsabilidad de las decisiones de elegir, respetar las pertenencias de lo demás, tolerar la frustración de desear tantas cosas y saber que al elegir sueltas lo que no elegiste, que lo que tienes ahora es suficiente para sentirse bien, superar la necedad por quererlo todo y aprender a elegir una cosa.
Todo el contexto escolar es una experiencia que nos deja un aprendizaje para la vida.
Dra. Zita Rivera
Directora educativa del CSJ
Doctora en Educación Holista
Maestra en tanatología
Certificadora internacional en Mindfulness
Excelente mensaje, en ocasiones deseamos facilitarles todo a nuestros hijos, en las cosas cotidianas aprenden grandes lecciones.
Gracias!