Stopbullying

México tiene el primer lugar mundial de bullying seguido por EUA y China. Hasta el 2022, el 60% de los alumnos en México ha sufrido algún tipo de acoso escolar y algunos casos en jóvenes con consecuencias letales. 

El bullying es un término que se utiliza en el ambiente escolar por el acoso físico o psicológico al que es sometido un alumno, de forma persistente, por uno o varios de sus compañeros.  

Esa intimidación persistente tiene como objetivo someter a los más débiles. El bullying incluye enfatizar quién es diferente, las razones pueden ser por el color o corte de cabello, la altura, el sobrepeso, la ropa, si los padres viven separados, defectos físicos, usar anteojos, destacar en clase, envidia por ser el más educado o atractivo, etc. La intención es hostigar a tal grado que controlar la mente del acosado hasta descontrolar sus emociones y someterlo. 

Si tenemos hijos en edad escolar es muy importante observarlo para notar si está haciendo bullying o estado siendo sometido por acoso, es importante tener contacto con el colegio sobre observaciones regulares que hacen los maestros sobre su comportamiento.  

¿Cómo saber si está siendo acosado por sus compañeros? 

  • Tiene cambios repentinos de humor. 
  • Tiene lesiones o heridas que no tienen explicación. 
  • Se distrae fácilmente, y tiene pérdida o daño de objetos personales. 
  • Desinterés por actividades que antes le entusiasmaban. 
  • Comenta con frecuencia dolores de cabeza, musculares o de estómago. 
  • Cambios repentinos en los hábitos alimenticios, come de más o menos. 
  • Insomnio. 
  • Ansiedad por hacer algo repetitivo. 
  • Llanto o sensibilidad repentina. 
  • Alejamiento de la familia. 
  • Miedo o angustia al dirigirse al colegio. 
  • Cuando sale de colegio está triste o distraído. 
  • Los maestros reportan bajo el rendimiento escolar y desinterés por tareas o trabajos. 

¿Por qué hacen bullying? 

Los factores que causan el comportamiento de un abusador o agresor son: 

1. Violencia al interior de la familia: es muy común que los niños agresores vengan de una dinámica familiar violenta; si crecen en un ambiente donde se vive de cerca del abuso verbal, físico o psicológico, ya sea entre sus padres, de sus padres hacia él, o de algún hermano o tío es una realidad que aprenderá a seguir estos patrones y/o encontrará en el bullying una forma de desahogar sus propios sentimientos de inseguridad, angustia y enojo contenido. 

2. Darles mal ejemplo: si los niños ven que sus padres se expresan despectivamente de otros, son poco sensibles a los demás, se divierten poniendo sobrenombres o apodos y se ríen de las fallas ajenas, seguramente que ese modelo lo llevarán a sus propias relaciones. Incluso hay padres que les parece divertido reírse y burlarse juntos de algunos de los compañeros de sus hijos, maestros o familiares. 

3. Falta de límites y atención en casa: si los padres están tan ocupados y no tienen tiempo de estar con sus hijos, de conocerlos, no aplican a sus hijos disciplina, rutinas, responsabilidades y consecuencias claras y están acostumbrados a tener siempre lo que desean, a no frustrase nunca, a traspasar los límites sin efecto, a gritar, insultar y pegar sin que pase nada, a estar justificado, sobreprotegido, alabado, si logran lo que quieren sin esfuerzo extraordinario, este comportamiento lo llevan al colegio y espera recibir el mismo trato. 

4. Exposición a contenido violento: sobra decir que la exposición a videojuegos que cada día son más agresivos y violentos, a películas o a programas de televisión, sin supervisión, pueden ser generadores de agresión en los niños y jóvenes. Cuando entregas un dispositivo tecnológico a un menor de edad debes CUSTODIAR los contenidos. 

5. Malas Amistades: en ocasiones ciertas amistades pueden influir perjudicialmente en los comportamientos de los niños que empiezan a imitar comportamientos agresivos. Por otro lado, muchas veces actuar en pareja o grupo les da una sensación de seguridad y les hace sentir que su conducta agresiva es aceptable. 

6. Falta de habilidades sociales: algunos tienen dificultades para vincularse y conectarse con los demás porque no han tenido el ejemplo y acompañamiento familiar para ser empáticos, tolerantes, compasivos y serviciales. Y al no lograr sentirse realmente integrados, adoptan patrones agresivos con los más débiles, muchas veces en busca de lo que ellos creen que será “aceptación” del grupo. 

¿Por qué los padres justifican y defienden a sus hijos que hacen bullying? 

El amor de padres ciega porque confían en sus hijos, no pueden creer que los estén engañando, les da vergüenza, creer que actúen como acosadores, los creen incapaces de hacer maldades, porque ellos no les han enseñado a ser groseros, a criticar a las personas, a quejarse por todo, no ofenden ni hablan mal de sus maestros o amigos, no les festejan su mal comportamiento. 

Es difícil como padres aceptar que sus hijos tienen una conducta agresiva o abusiva con alguien más.  Ignoran las señales que hay en casa y justifican la situación de bullying escolar de la cual es el protagonista y son manipulados y engañados por sus hijos porque no son capaces de reconocer que están haciendo daño. 

Los padres que tienen hijos acosados o acosadores reciben un tremendo golpe de angustia, rabia, desesperación y de pronto no saben cómo enmendar la situación y culpan al sistema escolar o la familia de la situación. Pero los padres son los principales responsables de educarlos para actuar con respeto o defenderse y salir de la experiencia del bullying  con un aprendizaje para la vida.  

¿Qué hacer si nuestro hijo es un acosador? 

1. Detectarlo y aceptar que hay un problema. Reconocerlo, lo cual, aunque doloroso, es inminente para poder tomar acciones y ayudarle, dejar de negarse o justificarlo. 

2. Buscar la causa de su comportamiento. Definir desde cuando se está dando esta situación con nuestro hijo, ver si hay algún evento específico que haya podido desencadenar su agresión, revisar los aspectos mencionados anteriormente y si descubrimos cuál puede ser la causa, tomar acciones inmediatas, especialmente si están dentro de la dinámica familiar. 

3. Tomar seriamente las quejas del colegio. Si alguna vez como adulto reconoces que de niño has mentido tus hijos también lo pueden hacer, el colegio conduce, guía y corrige, pero la educación de los valores viene de casa y es indispensable tomar seriedad  y hacer un plan de acción conjunto que incluya la reparación de la falta, la supervisión constante, las disculpas a quien haya resultado agredido. 

4. Hablarlo y definir consecuencias. Una vez que se ha hecho evidente el comportamiento acosador, la familia en conjunto busca la forma de enmendar la falla y definir las consecuencias que tendrá que enfrentar en casa si vuelve a repetirse. 

5. Consultar un especialista. Cuando los límites y consecuencias no corrigen la conducta, lo mejor es solicitar apoyo a un especialista para detectar que detona este comportamiento y que cambios se deben hacer a nivel familiar para cambiar esos patrones agresivos.  

¿Cómo enseñarlos a defenderse para evitar el bullying? 

Existen dos fundamentos que debemos nutrir para enseñarlos a defenderse. Uno es la confianza en sí mismo, que se nutre desde el hacer, esforzarse y repetir hasta sentirse capaz y seguro. Y el fundamento de la valía, que nutre cuánto vales como persona, que tienes capacidad de establecer límites y expresar con valentía que eso no te agrada, te incomoda y no mereces ese trato. 

Cuando a nuestros hijos los han molestado o acosado debemos guiarlo con un tono tranquilo, firme, tomándolo de los hombros o la mano y viéndolo a los ojos con certeza, menciona su nombre y decirle: 

  1. Gracias por ser VALIENTE y confiar en mí. Pedir ayuda no significa que eres un soplón, puedes decirlo a tus maestros o amigos, explica exactamente que está haciendo esa persona que te daña. No podemos callar la violencia, si callas no podemos ayudar a ese niño(a) a ser una mejor persona, tú lo vas a superar, pero ese alumno necesita apoyo para ser corregido y que no vaya por un camino equivocado.  
  2. Debes saber que lo que te hicieron, lo vas a superar, porque ese niño(a) es infeliz seguramente en casa no tiene atención o límites, es ignorado o sobreprotegido. Tú eres amado y esto es una experiencia que te hace más fuerte, que te quede claro que eres RESISTENTE. 
  3. Defiéndete no esperes a que otro lo haga, me sentiré orgulloso si te defiendes.
    1. EXPRESA, “no me gusta lo que haces, ya le dije a mis padres lo que me estás haciendo” y también se lo diré a la maestra y directora.  Deja de molestarme o hablarán con tus padres. 
    2. CUESTIONA,. ¿Qué tienes? ¿Qué te lastima? ¿Por qué dañas? ¿Puedo ayudarte? 
    3. Si sigue molestando, alza la voz no aceptes la violencia, DEJA DE MOLESTARME para que los demás lo noten., NO ME GUSTA lo que me haces, YA BASTA!  Si ya no vuelve a molestar perdónalo y vuelve a hacer su amigo (a). 
  4. Si observas que hacen bullying a otra persona defiéndelo, acúsalo, junta a varios, la unión hace la fuerza para detenerlo.  

El bullying siempre ha existido, alumnos con situaciones familiares difíciles, heridas marcadas en la niñez por ignorancia de sus padres o la falta de gestión en sus emociones, pero ahora se añade a los alumnos que son hijos sobre atendidos, consentidos o protegidos, niños que sus padres les han dado el derecho de actuar e imitar libremente sin consecuencias, facilitarles todo y hacerlos débiles dependientes por lo que no tienen suficiencia. Tratar de llenar un vacío constante y limitan o ignoran que otra persona los puedan corregir, enmendar o señalar sobre conductas indeseables porque el amor los ciega. 

El resultado es una sociedad más doliente, todos sufren quién acosa y es acosado, la injusticia e impotencia se apodera de las familias y colegios se ven debilitados. Es tiempo de afrontar, aceptar y actuar con responsabilidad para que esto no siga creciendo, somos creadores del futuro que a ellos les espera. 

Dra. Zita Rivera 
Directora educativa del CSJ

Doctora en Educación Holista
Maestra en tanatología
Certificadora internacional en Mindfulness 
 

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