Reglas de cortesía y convivencia que debemos reforzar para el regreso a clases

Para formar seres autónomos, responsables y felices es conveniente ser ecuánimes en la educación que reciben en casa y colegio.  Recordemos que los niños han estado casi un año fuera de la convivencia con sus pares, sin el seguimiento de reglas internas de un salón, sin el seguimiento de protocolos y procesos para actuar con autonomía y cuidar sus pertenencias o jugar en los patios. Ahora que hemos vuelto a las clases presenciales regresaremos a la práctica de los modales y cortesía para una sana convivencia. Por lo que es imprescindible que en casa la familia persevere en el cumplimiento de comportamientos y modos de actuar que denoten la consideración hacia el otro.  Cuando los niños exaltan su educación mejora el ambiente del colegio y de todo lugar en el que se encuentren. No olviden identificar todas las pertenencias antes de salir de casa para enseñarlos a ser responsables de lo suyo, que logre hacer las cosas sin ayuda y que aprenda a cuidarse a sí mismo:  su nombre en zapatos, uniformes, libros, cuadernos y útiles, cubrebocas, vasos, mochilas, loncheras. Los valores se refuerzan a través de la práctica de modales y actos de cortesía. Aquí se enlistan los que en nuestro colegio reforzamos.  

  • Saludar al llegar y despedirse. 
  • Decir por favor, con permiso y gracias. 
  • Ser responsable de lo que decimos y hacemos. 
  • Pedir la palabra y respetar el turno. 
  • Pedir disculpas. 
  • Aprender de todas las situaciones que sucedan, no victimizarse.  
  • Comprender no juzgar. 
  • Aceptar la diversidad, no discriminar. 
  • Dar lo mejor de ti mismo, no compararse. 
  • Actuar con precaución en los patios. 
  • No burlarse, no ofender ni actuar con soberbia. 
  • Obedecer indicaciones sin hacer muecas. 
  • Poner atención cuando alguien te llame o hable. 
  • Respetar turnos para hablar, no interrumpir. 
  • Comer con la boca cerrada sin hacer ruido. 
  • Utilizar cubiertos y servilleta, no limpiarse en la ropa. 
  • Lavarse las manos. 
  • Actuar con autonomía, ser responsable. 
  • Evitar meter dedos a boca, nariz u oídos. 
  • Ser amable, (no groserías ni ofensas).  
  • Ser limpio y ordenado. 
  • Traer identificadas sus pertenencias.  

    Los padres educan y los maestros refuerzan y ambos son corresponsables del desarrollo de las habilidades sociales, práctica de valores, uso de la cortesía y los buenos modales.

Dra. Zita Rivera 

Directora educativa del CSJ 

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